La música como retórica de seducción y corporalidad Orfeo y Eurídice Federico Cervelli - Fundación Querini Stampalia, Italia. Las óperas barrocas de Claudio Monteverdi y Christoph W. Gluck que inmortalizaron el mito de Orfeo, serán el punto de partida para que la maestra en música Alejandra Quintana descubra las relaciones implícitas entre música, cuerpo y género. Inmersa en el barroco musical, la Doctrina de los Afectos intentó impactar, emocionar y hacer vibrar al público con representaciones fieles de los deseos, angustias, sueños, pasiones y erotismo de los seres humanos. Éste fue un periodo donde a través del estudio de los cuerpos de hombres y mujeres se buscó definir y regular las características de cada uno; la ópera barroca intentó entonces diferenciar la feminidad y la masculinidad, otorgando cualidades de género a partir de lo que socialmente se esperaba y se entendía de ser hombre o mujer. Para el poeta y escritor español Pedro Caba el barroco es la primera mirada hacía lo femenino como elemento creativo que se da en la historia, evidencia de ello es “la ornamentación, el maquillaje, los tacones y demás elementos utilizados tanto por hombres como por mujeres en las óperas; así como la innegable sensibilidad o mal llamada “sensiblería” que caracterizó los roles masculinos, haciendo una profunda evocación a las cualidades de género asociadas al ser femenino”, explica Alejandra Quintana. Alejandra Quintana es maestra en música de la Pontificia Universidad Javeriana, publicista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y magíster en estudios de género de la Universidad Nacional de Colombia. Ha sido docente de cuatro universidades nacionales y sus áreas de estudio están enfocadas a la historia de las mujeres en la música y la musicología de género, investigando la relación existente entre las construcciones sociales de lo femenino y lo masculino, el cuerpo, la educación y práctica musical en Colombia. | Cuerpo pedagogía: Cuerpo creación: Cuerpo sociedad Compañía Colegio del Cuerpo. Festival Internacional Sobresaltos. Panamá, diciembre, 2007. Para el bailarín, coreógrafo y pedagogo Álvaro Restrepo el cuerpo es un espacio sagrado desde donde los seres humanos experimentan la vida. Sólo quien siente y reconoce su cuerpo como patrimonio primero y último de la existencia, aprende a cuidarlo y valorarlo y por ende a respetar el cuerpo del otro, “esta noción será la que nos liberará de las falsas riquezas y de la confusión entre tener y ser, que nos ha hecho extraviar el camino”, afirma Restrepo. A partir de su experiencia profesional y el modelo pedagógico que desarrolla como director del Colegio del Cuerpo y que comprende la formación de intérpretes, coreógrafos y pedagogos desde el conocimiento, cuidado y apropiación del cuerpo en todas sus dimensiones, Restrepo abordará la noción de cuerpo como: - Cuerpo / revelación: formado a partir del despertar de la sensibilidad, la exploración de posibilidades, recursos de creación y comunicación a través del lenguaje interior y la elaboración colectiva.
- Cuerpos / seres: artistas conscientes del arte y su responsabilidad, comprometidos con la construcción de una sociedad más sensible y generosa, capaz de renovarse e innovarse de acuerdo con las necesidades y las urgencias de la humanidad contemporánea.
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