sábado, 22 de junio de 2013

Rv: LA SOLEDAD DE UN DIRIGENTE COMUNAL POR JAIME ARISTIZABAL CORREA


----- Mensaje reenviado -----
De: Jorge Alberto Barÿfffffffffff3n <jorgealbertobaron@yahoo.es>
Para: "info@papercraft.com.co" <info@papercraft.com.co>; "jorgealbertobaron@yahoo.es" <jorgealbertobaron@yahoo.es>
CC: "jorgealbertobaron@yahoo.es" <jorgealbertobaron@yahoo.es>
Enviado: Miércoles 19 de junio de 2013 11:35
Asunto: LA SOLEDAD DE UN DIRIGENTE COMUNAL POR JAIME ARISTIZABAL CORREA

EVENTUAL
Por Jaime Aristizábal Correa
Columnista Emérito
Revista Ciudad Jardín Norte Hoy
1984-2013
Presidente Junta de Acción Comunal
Barrio Ciudad Jardín del Norte
Período 1983-1985

LA SOLEDAD DE
UN DIRIGENTE COMUNAL

Ser directivo de una Junta de Acción Comunal, es uno de los servicios cívicos más llenos de ingratitud y ataques permanentes.

Montarse en esta empresa comunal no es más que por el interés politiquero o el verdadero espíritu de servicio y sentir cívico de ciudadano consciente de la necesidad de un liderazgo en su barrio.

Un líder comunal puede empezar su período en la directiva de la Junta de Acción Comunal, con muy buenos ánimos, pero poco a poco va quedando sólo y resulta estar en medio de una serie de responsabilidades asumidas sin darse cuenta y de esa pomposa directiva que ganó unas elecciones, no quedan sino algunos pocos que terminan, ahora un largo y agotador período  comunal  de cuatro años, gastados, desacreditados e impopulares.

O ¿Quién de verdad reconoce la labor del líder comunal? Nadie. Sólo los politiqueros de turno que manupulan  a su acomodo el provecho que pueden sacar de la labor comunal en un barrio, para las palmaditas y las promesas en la campaña electorera.

Y ahí está el líder comunal poniendo la cara y mendigando una promesa politiquera que a veces resulta, pero que la mayoría de veces, nada.

Es que las Juntas de Acción Comunal están infectadas de politiquería sumisa, explotadora y alienante.

Y están así de infectadas, porque se quiere limosnear alguito  para un parque que nunca se termina, una sede comunal que dura años y años haciéndose, un programa de bienestar social que solo funciona en épocas de campañas electoreras, etc., etc., etc.

Sólo queda el líder, cargado con obligaciones ajenas. Pagando la sinvergüencería  de los politiqueros y de la administración  municipal, que en la burocratización y tramitología retrazan el bienestar y progreso de nuestros barrios.
Jaime Aristizábal Correa

Tomado de la revista PRADO VERANIEGO HOY No.55. Diciembre 8 de 1993. Páginas 9 y 10.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vistas de página en total

Archivo del blog

Datos personales