Presentación del curador Carlos Gollonet Fazal Sheikh está considerado como uno de los autores contemporáneos más importantes dentro de la tradición de la fotografía documental. Pero cuando contemplamos su obra, vemos cómo se aleja del puro reportaje: en sus imágenes, con las que evita que el espectador saque unas conclusiones determinadas, siempre hay espacio para la reflexión, para establecer un diálogo con los retratados que tienen la oportunidad de expresarse, un diálogo al que nos podemos incorporar a través de sus exposiciones o de sus libros. La obra de Sheikh se ha centrado especialmente en dramas humanos apenas conocidos; en aquellos que están menos representados y no tienen la oportunidad de expresarse. Se define como un artista activista que usa la fotografía para crear un retrato de diferentes comunidades alrededor del mundo: hablando de sus creencias y tradiciones, de sus problemas políticos y económicos. Con sus fotografías aprendemos más sobre los retratados y las circunstancias en que viven y al mismo tiempo sirven para narrar la historia de los que sufren; por ello, para él son tan importantes sus palabras: testimonios, historias, sueños que ayudan a entender y provocan una mirada más personal sobre los retratados. Las imágenes tienen un evidente valor estético, algo que podría parecer contradictorio al retratar estos temas, pero muy al contrario, consigue con ello atraer la atención mundial hacia esas injusticias. Las imágenes y los textos funcionan por separado, pero juntos se refuerzan y adquieren su verdadera importancia como obra. Ante sus fotografías, las palabras sirven para evitar que prevalezca la superficie, para impedir que la belleza de las imágenes deje en un segundo plano la injusta situación en la que sobreviven quienes las protagonizan. Por ello, en sus libros, las imágenes y los testimonios de los retratados se presentan de manera conjunta, muchas veces acompañados de amplias introducciones redactadas por Sheikh que sitúan y explican una realidad desconocida para las sociedades occidentales, las mismas que compran sus libros y acuden a sus exposiciones. | He ahí la importancia de su trabajo, que le ha llevado a documentar comunidades marginadas en el este de África, América, o la India. La exposición consta de cerca de 150 fotografías y se organiza por series. Esta exposición, así como el libro que la acompaña, es la primera oportunidad de ver reunido todo el trabajo de Sheikh realizado hasta la fecha. Es por tanto una exposición importante, no por el hecho de poder ver un gran número de fotografías, sino porque podemos entender mejor su intención, la manera como trabaja y su evolución como fotógrafo durante dos décadas de continuada dedicación a la fotografía. La manera como Fazal trabaja sus temas: se centra durante un periodo de tiempo, que en ocasiones puede durar años, en un proyecto. Se documenta, entabla una relación personal con la gente para conocer directamente su situación y poder realizar mejor un trabajo que requiere calma, sosiego, reflexión, aspectos que están muy presentes en su obra. Desde sus primeras fotografías, que realizó en Kenia y Sudáfrica a finales de los años ochenta, y la primera serie de retratos en los campos de refugiados de la frontera entre Kenia y Sudán en 1992, Sheikh comprendió la importancia de que una fotografía sea, en la medida de lo posible, un acto de compromiso mutuo, más que un encuentro desigual entre él mismo, como observador curioso, y sus modelos, como víctimas complacientes. El respeto con que Sheikh se acerca a los retratados y la serenidad con la que ellos permanecen ante la cámara nos permiten contemplarlos como iguales, a pesar de las diferencias geográficas, religiosas, lingüísticas, educativas y económicas. En lugar de ser un elemento distanciador, su fotografía sugiere que el sujeto fotografiado y el observador comparten más cosas de las que les separan. En una ocasión declaró: “Una cosa es fotografiar un grupo de gente y otra tratar de entenderlos. Para eso necesitas tiempo, paciencia y un innato respeto por la diferencia, por el abismo que puede existir entre tu y la persona que tienes frente de ti”. continúe leyendo... |